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Postulantado
"Vengan y vean" (Jn. 1, 39).
En esta etapa, la acompañante ayuda a la joven postulante a tomar conciencia de sus condicionamientos internos, conscientes e inconscientes. La joven ha de entender desde el inicio que la formación comienza con el costoso proceso de conocerse así misma, de identificar y de aceptar sus propias heridas; es preciso que entienda que la formación es un proceso donde va a encontrar dificultades y que su libertad empieza con el descubrimiento de sus esclavitudes y de que el hombre maduro es también un hombre herido.
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